AL MISMO RITMO
Late el verbo con el ritmo.
De la vida que transcurre.
Mientras los sueños felices.
Soportan las cicatrices.
Que va dejando la vida.
En la endiablada partida.
Que se juega en un segundo.
El corazón, a su aire.
Va tejiendo sentimientos.
Con cada latir del tiempo.
Que vibra en cada emoción.
Más difícil, es el perdón.
Para el alma que se rinde.
A la vida, que es tormento.
Amando vive la vida.
Cuando el alma se desnuda.
Y se caen las vestiduras.
Que, al sentimiento, disfraza.
Ama, quien al alma abraza.
Entregando sus secretos.
Escondidos en el pecho.
Sigue el ritmo acompasado.
Quien, resistiéndose, al embate.
De los golpes que le, asestan.
Los días, en su devenir.
Amando, al sobrevivir.
Va construyendo su gesta.
Con el valor que le resta.
Nace la flor con respeto.
A la vida que la asiste.
Es vida, que al ser reviste.
Con la sincera belleza.
De una vida que se entrega.
Al azote de los tiempos.
Con la nobleza que obliga.
Amor entre las ortigas.
Que entre las vidas seducen.
Como falaces deslices.
De apariencia de cariño.
Son fugaces, como el brillo.
Del oropel que reluce.
Con apariencia de oro.
Late el amor con el ritmo.
Del corazón que resiste.
Ángel L. Pérez ®
SOY LO QUE ESCRIBO Y LO QUE TÚ SIENTES AL LEERME
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21/01/2025