Josué Gutiérrez Jaldin

\"SÁBANAS IRRITADAS\"


Dos marionetas seduciéndose;
ella es muy fácil porque tiene las cuerdas aflojadas, y él...
un borracho maloliente, porque según él \"su creador lo odia\" (como a todos).
 
Dispuestos a saciar sus bajos instintos,
entran a una caja,
 no de más ni de menos...
 
Ella se avergüenza; dice ser virgen.
\"La mosquita no se sensibiliza ante la miel, pero sí ante un penderejil… como ella.\"
 
El reloj marca las once; sus padres, preocupados porque de clases no llegaron, ni fueron, se fugaron y su destino se hicieron.
 
Su novio, preocupado; su novia, esperándolo…que su bebé no para de llorar, necesita comer.
 
Mientras, Afrodita contempla el calor de dos cuerpos encendidos al fragor del abismo.
Con suavidad, él la acaricia;
ella asustada, sin aliento, y él, ansioso por sentirla en sus brazos.
 
La cama empieza a tiritiritiritear y sus cuerdas se rompen; ya nada los retiene.
 
Los payasos lloran; las gárgolas ríen, porque la niña de cartón a la muerte se entregó...
 
Pues el inepto se olvidó el sombrero, y ella cayó sin amar, solo resbalar, que a cualquiera le puede pasar.
 
Pues lástima, porque él poseía el veneno, no tan flemoso, más muy rojizo, y al caer en sus labios enpapilados...
 cayó todo el veneno...
Ahora a esperar a que haga efecto…
Pero, mientras tanto...
¡Colorín colorado!
¡Que esta historia ha terminado!
 Y las \"sábanas irritadas\" quedaron...

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