Como rayos veloces de la aurora
sus miradas de regio azul celeste;
siempre llevan con ellas mis ensueños
como silentes y llorosos huéspedes.
Miro en su estela, del dolor las máscaras
que siempre portan puñales que hieren;
y destrozado de ilusión su brillo
yo me pregunto:
¿Porque los sueños del amor se mueren?
Sutil susurro de apacible viento
oigo que dice, de manera breve:
¡Son los amores como sol de octubre
que con las lluvias su fulgor se pierde!
Autor: Aníbal Rodríguez.