José Luis Barrientos León

Sin arrepentimientos

 

He rodeado en silencio las murallas,

las del reino de la muerte y la desesperanza,

las de la soledad y el olvido,

las del desamor y el abandono.

 

Las he rodeado para no enfrentarlas,

las he rodeado por el temor al flagelo,

por el pavor a la verdad y a mi nombre,

por la incitación de mis manos a arrojarme las piedras,

a tomar la correa para la zurra y el azote.

 

He esquivado la profecía razonando poesías,

acallando el eco de preces y plegarias,

despreciando las promesas,

aniquilando los testamentos.

 

He intentado esquivar el destino,

navegando en ríos de aguas turbulentas,

evitando la conciencia que me regala los vientos,

imaginando desiertos con amapolas y flores,

pretendiendo didácticas en el dolor y el calvario

para impedir el amor, el perdón y la esperanza.

 

He llegado tarde a la entrega de llaves,

de paraísos y reinos para beatos y venerables.

 

He llegado tarde por desnudarme entre vientres,

transformados del barro por la pasión y el encanto.

 

He soplado el hálito que reanima el latido,

para dar vida al sexo en la pulcritud de los pechos.

 

He llegado a este verso sin infringir mandamientos,

para disfrutar del amor sin atavíos, sin miedos.