Freddy Kalvo

Solo ella...solo ella.

Ella conoce mis sueños,

mis pesares, mis temores

y también mis sinsabores

que no son nada halagüeños.

Ella tiene sus ensueños

y me anima cada día

a que siempre le sonría

al dolor de mis tristezas

y a sacar mis fortalezas

con la fuerza de un tranvía.

 

Sabe lo que necesito,

lo que quiero, lo que espero

y cuando me desespero,

ella me habla muy quedito.

Y me dice, de a poquito,

que no pierda la cordura

mas lo dice, con dulzura,

rebosante de fragancia

con fineza y elegancia

que me arropa con ternura.

 

Ella dice: ¡no te asombre

la aspereza del camino

o si abunda mucho el sino!

¡Al final diré su nombre!

«Ella» es solo ese pronombre

y por todos, conocida,

porque en lucha decidida

ella siempre está presente

como el agua de la fuente

pues se trata de… ¡la vida!

 

¡Es la vida compañero,

es la vida, compañera,

con fragancia a primavera

la que siempre mucho quiero!

Y aunque a veces desespero

por los males de este mundo

que me ponen iracundo

ella siempre es amorosa

como pétalo en la rosa

con su aroma tan fecundo.