EL MISTERIO DE “MATAS NEGRAS”
Se trata de un paraje en el límite, que se puede decir fronterizo,
más allá, las matas son pardas o azules o alcanzan, en la distancia,
un ligero toque de rojo. No se sabe de dónde viene el topónimo,
“Matas Negras”, pues ya se sabe que los topónimos
duran mucho en el tiempo, que pueden ser muy antiguos,
de algunos cientos de años o más. Por allí, no se observa ninguna
mata de color negro o de color muy oscuro. Si acaso,
los troncos de los olmos, pero no crecen olmos
por un terreno tan seco, tan de lomas suaves y
de extensos trigales, de tosca y cantos rodados,
por lo que el enigma se alarga,
el misterio perdura en la memoria de los nativos
precisamente porque no se aprecia
ninguna mata negra que se pueda alcanzar con la vista
a lo largo del recorrido. Igual que, en la Casa el Roble,
no se ve un solo roble, árbol de un verde clarito
y alegre como hay muy pocos. ¿Pero qué clase de burla es esta?
¿Dónde se encuentran las matas negras, altas, frondosas
que pueden servir de refugio a los animales huidos?
¿En qué colina destacan por su color fantasmal?
Gaspar Jover Polo