Alfredo Daniel Lopez

Madre Tierra Maltratada

 

 

Madre Tierra Maltratada
-décimas espinelas-

 

 

Triste está la madre tierra
maltratada sin razón, 
por un ser sin corazón
que le gusta hacer la guerra. 
A sus riquezas se aferra, 
en su afán de hombre mezquino
el campo lo hace dañino
contaminando hasta el agua.
Y su propio averno fragua. 
Y siempre culpa al divino. 

 

Equilibrada al inicio
todo en la tierra era bueno, 
pero el hombre puso el freno
volviendo todo un suplicio. 
Hoy que mira al precipicio
de su propia destrucción,
en vez de pedir perdón
se aferra al ecologismo
y reina el imperialismo           que es la peor solución. 

 

En un sembrado en la puna
la campesina trabaja, 
su paga es una migaja
que no le quita su hambruna. 
En una lliclla aceituna
la chola a su bebé lleva, 
sabe que no es muy longeva
esa forma de sembrar
-con un niño al que cargar-... 
por su hijo ella se renueva. 

 

Su pollera de colores
es testigo de un camino
que como pájaro espino
lleno estará de dolores. 
En un mundo de foklores
donde la tierra es la madre, 
no se entiende a quien taladre
sus raíces, su cultura. 
Así el mundo andino augura
que la tierra pronto ladre. 

 

Olluco, papa y camote, 
llama, vicuña y alpaca;
el mundo andino destaca
-como lo haría el Quijote-
por la espada y no el capote. 
Pero llegó el hombre hispano
también llamado cristiano
con la pólvora y la cruz, 
disparando su arcabuz... 
¡Del indio no será hermano!

 

Se consuma la conquista
derramando sangre y fuego, 
complaciendo el \'alter ego\', 
de ese que se llama altruista. 
Tan sólo es un hombre egoista
sediento de especias y oro, 
que nunca tuvo decoro
y que explotó al desvalido. 
El indio está confundido
no entiende eso \"del tesoro\".

 

Pasados miles de años
desde que habita esta tierra, 
a la paz la puerta cierra
y aumentan así los daños.
Ante tantos desegaños
-hablo del hombre moderno-
y como nada es eterno, 
de a pocos la tierra muere.
La madre tierra requiere
un hombre nuevo y fraterno. 

 

¡Oye hermano este relato... 
La tierra sufre maltrato!

 

 

Alfredo Daniel Lopez 
El guardian del centeno