Allí donde los cantos de los pájaros me invaden,
allí donde las montañas se confunden con el cielo,
allí donde no hay ni existe el tiempo,
no te encuentro..
Y siento miedo.
Un temblor acapara mi cuerpo,
pues esta sensación me recuerda tus pasos junto a los mios.
Allí donde no bastan los soles ni las estrellas,
allí donde el más pobre de los seres espera resucitar de la cruda muerte,
allí donde todo se pierde y nada regresa.
Allí es donde escarbo, toco tu alma y cuando creo poder alcanzarla,
estalla como el vidrio que se rompe en mil pedazos, trato de juntarlos pero lastimo mis manos.
El dolor no repara la tristeza de mi llanto.