Aunque la noche no sea estrellada,
mis lagrimas brillaran por ti.
Aunque el miedo sea parte de su penunbra
mi alma iluminará el camino.
Siente que te amo aunque yo no esté presente.
Vive de sonrisas, el calor que a la distancia comparto.
No te alejes de los recuerdos,
como si fuera un camino largo.
Alisa tu cabello como una monería,
que refleja tu alegria
de encontrarte frente a frente
con el el amor, que está ausente.
La distancia hoy en día
se vive como una alegoría,
sin aceptar que nuca más volvería
a las estancias de alegría.
Cuando te vas, te llevas las ilusiones,
que vas dejando de puerto en puerto,
como cargas sobre tu peso,
y al mirar atrás, vives soñando con eso.
Vive la vida, deja vivir,
di de una una vez que no volverás,
que todo ha cambiado
no hay vuelta atrás.
Que asi es la vida del emigrante,
cuando se mezclan detonantes
y se pierde la realidad altisonante
y la rabia colma sin calmarte.
Déjate llevar por el nuevo mundo,
déjala tranquila, que ella siga su derrotero,
no la amarres como el pelotero,
aprieta su bola antes de lanzar.
Nada es al azar,
tu lo has determinado,
en el cielo no brillan las estrellas
porque todo ha acabado.