Eres mucho para mí, digamos que demasiado para mi gusto.
No lo tomes como algo que te haga comer al mundo.
Sé que estar contigo quisieran y sueñan más de uno.
Y eso te levanta el ego, te gusta ser el centro del universo.
Pero yo prefiero las mujeres que pisen simplemente el suelo.
No podrías estar conmigo, tendrías de mi vergüenza o miedo.
No podrías agarrar un vaso sin romperte las uñas postizas.
Para mi gusto, andas siempre demasiado producida.
Me gustan las mujeres auténticas con sus cabellos al natural.
Pintarte la cara, como lo haces no me parece algo normal.
Me gustan las damas que puedan ensuciarse las manos, que sepan cocinar.
Tu alargue de cabello y esos tacones altos me dan vértigo de solo mirar.
Las mujeres que yo admiro son las que saben comer de todo.
A ti te gusta comer lechuga, arroz y a veces un poco de pollo.
Sabes de qué te hablo; está bien que tengas enorme tu orgullo.
Eres bonita y todo lo demás, pero eres demasiado para mi gusto.
Eres hermosa, no lo dudo, pero digo, eres demasiado para mi gusto.
Te gusta lo de broncearte, pararte frente al espejo y admirarte.
Yo quiero a aquellas bellas mujeres que son hermosas sin maquillarse.
Lo siento si lo que digo no te gusta, solo que yo tengo otros gustos.