Cuando el cielo decide derramar amor sin limitaciones, llueven pétalos de rosas sobre las almas que se sienten deseadas. ¡Cuanto añaramos un tierno abrazo!!.y a ese pájaro del amor que al despertar el día, emite su trino en señal de un canto a la vida. La inocencia del alma, no la perdemos jamás. Quien conoce el arte de vivir, seguro que ignora el aburrimiento, del mismo modo que una buena amistad, duplica las alegrías y divide las angustias. Somos muchos los que estamos convencidos, que entre una mujer y un hombre la amistad verdedera, es una pasarela que en ciertas ocasiones puede conducir al amor.