En tu mirada, un universo entero se enciende,
Constelaciones de luz, un misterio que prende.
Tus ojos, dos océanos, profundos y claros,
Reflejan un alma bella, de sueños y claros.
Tu sonrisa, una melodía que encanta el oído,
Un canto de alegría, puro y decidido.
Tu piel, como el pétalo de una rosa en flor,
Suave y delicada, como un tesoro.
Eres una sinfonía, una obra de arte,
Que inspira y emociona, desde el alma al aparte.
En cada gesto, una danza de gracia y don,
Una mujer especial, bajo el sol.