antoninomilla

FARO

En el vasto océano de la mente,
donde el silencio es la verdad hallada,
navega el alma en busca de la fuente,
de la paz eterna, nunca quebrantada.
La no-dualidad, faro en la tormenta,
guía al espíritu en su travesía,
rompiendo cadenas, la mente se enfrenta,
a la ilusión que en sombras se perdía.
Dios, infinito en su ser profundo,
reside en cada ser, en cada estrella,
no hay otro ser en este vasto mundo,
que pueda igualar su luz tan bella.
En el vacío, la mente se aquieta,
y en la quietud, la verdad se revela,
el buscador encuentra su meta,
y en su interior, la divinidad, vela.