Cero gramos de dolor
Era el final de un día oscuro y triste
Donde en mi corta vida mucho existe
Era el comienzo de otro día frio y nublado
Del que mi cuerpo gélido ya está cansado
Era para el demonio el día perfecto
Para que su maldad tuviera en mí algún efecto
Era para el demonio el momento más apropiado
Para congelar la llama de este pobre corazón helado.
Al darme la mala noticia y teniendo la osadía
De querer poner mi alma en una triste agonía
Por un error inocente que cometí en el trabajo
Queriendo poner lo que es parte de mi mundo, abajo
siendo siempre el demonio un puerco insaciable,
Se aprovecha de los errores de este mundo despreciable
Donde la vida es perforada a gritos de dolor
Donde el demonio ocasiona todo sin pena ni pudor
Pero yo, poeta de alma helada no le di el gusto
De sentir alguna pena, ni por el mañana algún susto.
En este mundo de sufrimiento preparé mi alma con fervor
Para momentos como este sentir CERO GRAMOS DE DOLOR.