Cual cafetera italiana hirviendo
Resopla el tren a su llegada,
Es una estación samaritana
El fuego en extinción,
Una vieja amiga que conoce
La piel cuarteada de las ganas.
Ese hierro, otrora veloz,
Tiene pasión de potro alazán,
Sueña con recorrer vías infinitas
A toda máquina,
A toda velocidad,
Mientras, una lágrima de cochero
Lava el carbón del último viaje.
Férreos recuerdos acompañan al tren,
Después,
La luz fenece,
La vida es el único homenaje.