Eres preciosa, eres perfecta,
eres la reina de la ilusión;
con bellos dones, eres selecta,
como fontana
del gran amor.
Tu boca es fuente de mi deseo,
eres del alma divina luz;
y como el fuego de Prometeo,
con roja flama
eres mi cruz.
Eres la rima de mi poema,
la bella nota de mi cantar;
ciñe tu frente linda diadema
con esa gracia
de una vestal.
De tu mirada tan luminosa
fluye candente pasión febril;
y en tu figura, grácil y hermosa;
queda perdido
mi amor sin fin.
Autor: Aníbal Rodríguez.