Lo dejo entre papeles,
tan bien guardado,
que hasta se transforma en misterio.
Tendría que llevarlo,
grabado en la memoria,
pero eso nunca pasa,
es un problema serio.
Termino emocionado,
cuál niño con juguete nuevo,
como loco enamorado,
de alguna palabra escrita… que ya no recuerdo.