Si una simple ventisca
es capaz de romper
las ramas más frágiles de un árbol,
tu furia huracanada,
¿qué no sería capaz de hacerle
a mi paz interior
y a mi felicidad,
de la cual hago gala?
El amor propio
frente a un huracán,
partirme en dos, no es mi intención
ni mostrar fragilidad.