Antonella Lantigua

Tú toque invisible.

no he sentido tu toque, pero lo he imaginado incontables veces. la forma en la que tu silueta se deslizaría sobre la mía; danzando y proclamandome tuya. quiero deslizarme por tu garganta, jugarcon tu campanilla hasta obtener las carcajadas más estruendosas y suaves de tu maravilloso ser. 

sentir tus huesos contra los míos, tu piel adherirse a la mía, tu sangre mezclarse a la mía, sería una de las delicias que moriría por probar en esta, y en todas las vidas posibles. 

tus dedos jugando con el manantial de mi vientre sería la causa natural de mi muerte, prematura o natural, tu toque y la falta de el, acabaría con mi existencia en un abrir y cerrar de ojos. 

tus labios sobre los míos, danzando como íntimos amigos, explorandose unos a otros, hasta que se desgasten y la sangre se desliza a nuestras lenguas sedientas, por la euforia y la desesperación. 

pero sobre todo, por el amor que nos une, que nos hará uno algún día. él día que cedamos a la intuición, y me hagas el elixir que enciende los lugares más oscuros y escondidos de tu templo.