Scarlett-Oru

Aquellos ojos castaƱos

 

Era un día cualquiera, con lo mismo de siempre, hasta que en uno de esos destellos que obsequia el destino, apareció: aquel jovencito de ojos miel, ese que intrigado en las hojas de un libro, posaba en él su mirada, sus manos, parecían fuertes y a la vez, delicadas, su postura entre rígida y cansada, parecía que llevaba todo el día, de pie.

 

Mientras le observaba, su día a día, me imaginaba, cada mañana, nos tocaba irnos en el mismo andén, sus bellos ojos castaños, que tímidamente se entre cerraban al son del parpadeo por las pestañas más hermosas que mis ojos han visto.

 

Ojos, que no sabían, ni advertian de mi mirar, podría haber ido más allá, mas, él llegaba a  su destino, y el mío, a otras paradas más y allí, me aguardaba la estación que silenciaba las melodias en mi interior. La travesía no tenía boleto de continuidad, pues llegaba a la realidad.

 

 

 

Scarlett-Oru