Sus ojos misteriosos me cortejan,
su halo refulgente me ilumina
mujer de bello rostro, que camina
con suaves movimientos de cadera.
Su imagen está envuelta en un misterio
que guarda los encantos que atesora
perdiéndome en su cuerpo, que enamora
pidiendo con fervor un dulce beso.
Recorro su silueta blanquecina
modelando con mis manos sus dos pechos
yaciendo con amor en nuestro lecho
sinfonías de luz y de alegría.
La quiero con pasión y con locura
llenando mi momento de derroche
de pronto surge el sol en plena noche,
explosiones de vida y de ternura.
Cuando llega el momento deseado
brotándonos la espuma en nuestro cuerpo
sinfonía de suspiros y jadeos
que culminan en un beso enamorado.