Cuando un sueño se pierde, normalmente lo buscamos en la almohada, cuando el pensamiento se extravía lo buscamos en el recuerdo y cuando tu escribes, me busco en tus letras, en la luz de tu mirada, tengo un buen refugio ahí en esa palabra sin escribir, en el esfuerzo que haces por olvidar como vives en mis noches, cuando emprendes tu vuelo y llegas a cobijarte bajo mis alas-
Me cuentas de tu afán por olvidar la letra no escrita, apagar el fuego que provoca esas letras y callar el sentimiento que recorre por tu sangre, sonroja tu cara y le da ese brillo intenso a tus ojos, cuando tus labios y corazón palpitan al mismo ritmo de la canción que acompaña los rastros del sueño. Que después de no poder olvidar ni callar, fractura tus alas, cuando intentas volar.
No te confundas amor, no eres una golondrina en busca de tu playa. Aquí en mi pecho tienes tu palomar, siempre estarás delante de todas mis letras. Lo que te ofrezco no es olvido ni silencio, no te arrepientas de haber llegado, buscando tu lugar, tu refugio esta en este pecho, en la retina de mis ojos y en el sueño escondido y en la fatiga de tus alas, cuando vienes a mi encuentro.
Cuando te veo sentada, en esa banca de los recuerdos, muy cercana al rincón de esa noche oscura, que opaca tus ojos de lucero como el revoloteo de cuervos que vuelan con maldad y te sumergen en ese recuerdo que guardas calladamente en tus letras y que nadie sabe leer. Por el tumulto de lectores y admiradores, que junto a mi siguen tus letras y te leen, pero no entienden
Realmente no se si tu llegaste a mi o yo llegue a ti o fue un cupido ebrio con flechas chuecas, Que nos mal hirió, dio en el pecho, en el mero corazón. No te arrepientas de haber llegado, créeme que, si no hubieras llegado, la vida misma te buscaría dondequiera que estes y te traería hacia mi, dándote el lugar que siempre has tenido, delante de mis letras y profundamente dentro.
LENNOX
EL QUETZAL EN VUELO