Con fuerza caía fuera de nuestro nido la lluvia,
Mientras beso tus labios deliciosos con locura,
Caen las gotas de agua con fuerza en los tejados,
No nos importa, seguimos abrazados.
Acaricio con mucho amor tu piel suave,
Más sublime y bella que una obra de arte,
Con cada caricia que te doy logras más enamorarme,
Se ha vuelto infinito este amor, es demasiado grande.
Me cautivan cada vez más esos bellos ojos,
Son tan tiernos, tan inocentes y tan hermosos,
Vuelves, con tu mirada, todo tan delicioso,
Mientras beso tu boquita y su contorno.
Nuestro idilio, con el pasar del tiempo se hace más fuerte,
Sólo te amo a ti mi princesa hermosa, únicamente,
En mis brazos tiernamente te tengo envuelta,
Abrazo hacia mí tu figura preciosa y esbelta.
Tu piel ternura y amor transmite,
Tan dulce, tan bella, tan suave, tan sensible,
En tus ojitos misteriosos se esconde la alborada,
Mientras la lluvia dejas las aguas del río agitadas.
“Cada que veo tu hermoso y sublime semblante, no duda mi corazón de ti enamorarse, toda tu belleza siempre la conservas, mientras cae la noche en esta tarde amarillenta.”