Desde mi balcón veo cada mañana mi niñez.
Veo la vida, el colegio, los amigos de pequeños, los que están y los que pronto partieron.
Veo cosas que por estar arrasguiado tu quizás no las veas.
Todo era campo de labor, cortijos, moredas
y niños haciendo rabona bañándose en las
albercas de los cortijos.
Todo un mundo por descubrir en la adolescencia.
Hoy, después de tres años de lejanía vuelvo
a mí recuerdos de niñez, mi colegio,
mi antigua parroquia ( Padre Lucio )
Los días de guateque en casa de cualquier amigo.
Ver de nuevo el monte Sombrero.
Las calles, hoy abandonadas.
Las gentes desconocida. Nada que ver a las de antes.