Lara A.

Lágrimas escarlata

Puedo notar como tu ausencia se vuelve cada vez más habitual con el paso del tiempo.

Aquel carmesí en los pétalos de las rosas que hiciste florecer, lentamente se fundió en lágrimas escarlata corriendo por mis manos.

No niego que aún queden vestigios de vos en mi pecho, que me llevan una y otra vez a tu semblante tenue y sombrío; pero aseguraría que las heridas poco a poco van sanando, existiendo incluso avistamientos de las primeras cicatrices.

Algún día quizá te conviertas solo en un mapa olvidado de aquel destino que simplemente no era mío.