Javier Julián Enríquez

El reflejo del amor en la serenidad del mar

En la quietud hallé mi fiel deseo,

en cada ola un susurro de esperanza,

pues del mar la calma, mi mente lanza,

suspiros que en el viento ya poseo;

 

mas si el sereno mar en su hermosura,

guarda el reflejo fiel que me enamora,

no habrá en el mundo joya que mi aurora,

traiga el consuelo de esta noche oscura.

 

A la luna mi canto, peregrina,

mis versos entrelazan la fortuna,

bajo su luz mi pluma se ilumina;

 

y así, el amor, que el alma cristalina,

eleva con su brillo de ninguna,

me guía a la razón que me destina.