AVECILLA
Recuerdo, la primera vez,
Cual gaviota surcando los mares,
llegaste a anidarte en mi vacío ser.
Y, yo soliloquio, con sueño cumplido,
sintiéndome dueño, dueño con derecho,
te aprendí a querer.
Y, desde entonces,
tengo un bello amanecer.
Recuerdo, como el mismo hoy,
tu primera llegada innata,
posando, ante mí, sin ningún rubor.
Y, yo seducido, con sueño cumplido,
sintiéndome dueño, dueño con derecho,
te hice mi primor.
Y, desde entonces,
tenemos profeso amor
Avecilla de mi vida,
venida de lo divinal;
tu presencia es para mí,
tu presencia es para mí,
un mensaje subliminal.
Avecilla de mi vida,
ya no busques escapar,
de este pobre corazón,
de este pobre corazón;
que tu amor sabrá esperar.