Intento arrancar de mis vísceras
Esta terrible quimera,
Mas yo caigo en su laguna
Donde se ahogan atribuladas penas.
No me deja describirla,
Me voltea los pensamientos,
Que cuando la tengo en la punta de la lengua
De otro ánimo me siento.
Y esta atroz presteza
Parece un terrible mausoleo
Que desprecio mis sentires
Y me abraso por el fuego.
Descubre el filo candente
Y esparzo el óxido de mi alma
No me doy cuenta de que lo repele
Porque no brilla para nada.
Mas el tacto me ofrece
Una superficie menos desgastada
Me parece que el veneno
Lo tengo en mi pupila desmayada.
Cae mi roja esencia
No vi el peligro de la daga
No exhalé un último suspiro:
Ya estaba muerto antes de tocarla.
Por las ventanas del abismo
Cae una gota desamparada,
Para algunos un chubascos,
Para otros no es ni nada.
El suelo ardiente la destroza,
No permite fauna alguna.
Todo ha fracasado:
Soy una pena más de la laguna.