Me entrego a ti arrastrándome como una perra sumisa
por tus sábanas calientes besando tus pies vigores de placer.
Anclado a mi pecho mazazo de tu puño robusto clavado
en el despertar de mi rendición y adoración bestia bruta.
Pídeme amo a tu antojo soy esclava de mi servidumbre
no tengo claridad para resistirte, ten piedad de mi devoción.