Donaguil

DESDE LA QUIETUD…

Desde la quietud…

puedo verme en el brillo de tus ojos

que me miran atentos como un centinela,

sobrecogiendo mis temores mundanos.

 

Desde la quietud…

puedo respirar tu aroma injerte

en los poros, como un abrazo eterno

donde mi frágil alma se hace fuerte.

 

Desde la quietud…

puedo deleitarme con tu presencia

que se hace presente en el silencio,

y me anega en un dulce solaz.