Hasta cuándo se pregunta
y no tiene la respuesta
y en vez de sumar le resta
a su vida que le apunta
con saeta de los días.
Viene la mano esa negra
que todo lo desintegra
rauda como inexorable,
traspasando con su sable
para acallar melodías.
Es puntual e insobornable
no se detiene en artículo,
toma el tiempo cual vehículo
y a la vida es amoldable
no reparando en edades.
Cuando somos ella no es
dijo un sabio, y como ves
cuando aparece nos vamos
sin medir cuanto queramos
la vida y sus vanidades.
W.M