Las décimas me convienen
para las vulgaridades
que digo de autoridades
los que tanto odio me tienen.
Pero a mí casa si vienen
lo harán por algún negocio,
incluso me dicen socio
y me traen un regalo,
pero yo soy care palo
y no soy adicto al ocio.
Les hago el mejor trabajo
y a ninguno yo le miento
de lo que no me arrepiento
si me tratan de carajo.
Mantengo un perfil muy bajo
en todas las madrugadas,
mientras hago mis jugadas
en base a mis experiencias,
las que en algunas pendencias
se deben dar por ganadas.
Son mis clientes los políticos
a los que cobro millones
pero como son ladrones
en mi trabajo no hay críticos.
Solo son algo analíticos
cuando de pagar se trata,
porque les pido la plata
la que siempre es al contado,
y se paga adelantado
aunque me traten de rata.
El dinero es de empresarios
que financian sus campañas
ignorando mis patrañas
para gastos necesarios.
Financio mis poemarios
con electos diputados,
los que legislan drogados
las leyes que les ordenen,
los que a veces me entretienen
si confiesan sus pecados.
Todo el que roba muy poco
en la cárcel estará
donde nunca llegará
un político ni loco.
Hay que tener un buen coco
y también ser algo astuto,
más me valgo de ser puto
si la astucia es permitida,
les robé toda la vida
cómo el maricón más bruto.
Mi causa siempre fue buena
y todos los que ganaron
molestos nunca olvidaron
que pueden pagar condena.
Y no me daría pena
mostrar lo que yo guardé,
que seguro nunca haré
porque no soy retrasado,
además es mi pasado
al que nunca volveré.
Autor: Mario Rodolfo Poblete Brezzo.
29 de Enero del Año 2025.