David Arthur

Enero

 

 

Enero, el mes de las tinieblas ya se va,

del umbral de un nuevo año recién nacido,

según lo escrito en tiempos de antaño,

un mes para conmemorar una epifanía.

*

La inclemencia ártica es la suerte de enero,

esperanzas encarceladas en carámbanos,

y pinturas de cristales congeladas de ventanas,

la monotonía insistente embellecen.

*

Visitas no invitadas infringieron la hospitalidad de enero,

nubes de tormenta cuyas lágrimas pluviales,

cual flechas de los arqueros de Crécy,

sin piedad terrenos derrotadas devastaron.

*

Sin embargo, rayos insurgentes de un sol fanfarroneado,

un efímero regente en un azur celestial,

nos tentaron con vigorización a disfrutar,

aire saludable de enero a respirar.

*

Cada caída de nieve discreción este mes concedió,

adornando  la desnudez de los bosques

con un traje de boda de nívia virginal,

un regalo anual de la benevolencia

del primer mes del año, enero.

 

David Arthur ©®

Cuadro de propio pincel