Llega Febrero con sus noches de luceros
y sus frescas madrugadas
con nubes enamoradas que se acurrucan al cielo.
Febrero de gris anhelo y de lloviznas heladas
calando profundo el alma, aumentando el desvelo
escucha el llanto del viento que golpea las ventanas
sin esperar a mañana para avivar los recuerdos.
Puerta que oculta el encuentro con la hermosa primavera
espacio donde la espera ya cansada de soñar
ansía echarse a volar sobre los campos extensos.
Febrero queda rendido con su gran día de amor
maravilloso sentir que desde el alma nos brota
y poco a poco derrota el frío en el corazón.
Raudo nos llega el mes dos, de prisa va el calendario
las horas beben los días, los días meses y años
así se repite el ciclo, paso a paso en el camino
deshojando calendarios en rumbo desconocido.
Cumpliéndose así el destino, sin dar aprecio a la suerte
que nos regaló el vivir, tantas veces abrazados en un eterno sufrir
insistimos en morir, antes que llegue la muerte.