Hay un fuego abandonado
intentando revivir las voces
ávido de oxígeno que excite su delirio
de maderas que aticen su deseo
Un fuego desnudo
soñando con noches ardientes
que deje sus versos en las brazas
como historia del fuego
que consumió la soledad y los miedos
Un fuego enterado del lenguaje
que incinere el silencio y los ecos
a las sonámbulas sombras del olvido
un fuego como un poema
que haga arder los labios muertos
que transforme las cenizas en anhelos
hay un fuego abandonado
desacostumbrado al calor y la flama
que suspira por despertar como una hoguera
la pasión y la entrega
como el vientre que ingenuo espera
la caricia sensual bajo una vela