Kapirutxo

A Donald Trump de Samuel Dixon declamado por Kapirutxo

 
 

 

 

A Donald Trump

El alma de la América con pasos de Cuauhtémoc
no quiere ser esclava, por ser bella y nativa.
América exalta su regio corazón;
sensible, memorable, entusiasta,
primorosa, y sensitiva:
antorcha noble y pura, del arte soñador.

Eres el yugo terrible del palacio de cristal,
donde posan los cuervos, donde comen rapiñas
y en su centro se ubica la figura del mal.
Mas, América sueña con ritmo que es de oro
cantar los regios trinos del gran Huitzilopochtli,
que son valor sublime e ínclitos tesoros.
La América heroica, la América fuerte,
la América que vibra y sueña en hermandad:
respira con los Andes, también el Amazonas
que son el pulmón lleno de paz y de verdad.

A pesar de Estados Unidos que son gigantes y temibles,
así como una fiera, voraz, sin retención:
América infalible es arte de los Incas,
Aztecas y Mayas, Pipiles y chibchas,
y otras grandes lenguas, y enorme corazón.
Ya lo dijo Darío: «eres un gran invasor».
Eres la adarga maldita, el veneno y la traición,
eres un asesino como Alejandro Magno,
racista como Hitler, te crees gran Napoleón.
Pero, América es incienso. 
Pura, como la luna, radiante como el sol,
que no teme a los leones ni a secuaces,
que cultiva rimas y enseña el español.
Eres el gran Atila, sin conciencia,
eres un Herodes, sin corazón.
Eres ágil y valiente, domador de mil corceles,
eres piedra, eres hierro, Calígula o cual Nerón.
Pero, olvidas que eres polvo, sin moneda y sin valor.

En tus manos tienes todo y vacío el corazón.
Navegas los siete mares, pero no te alumbra el sol.
América es la Pampa, Patagonia, 
Machu Picchu y el Tenochtitlán.
América es coraje y resistencia,
firme como Túpac o el gran Caupolicán.
¿Se buscaría a Trump para ser el genio;
el constructor del arca y el gran anunciador?
No. La América es justa, es honesta,
que vibra de paisajes y que ríe de amor.
América de alma brava; Atahualpa y Cuitláhuac.
América furtiva, de grandezas y de honor.
En tus manos de magnate, eres rey, eres todo,
eres la futura tentación.

Pues, tu trono tiene espigas y cizaña:
tiene oro, tiene plata, tiene dientes de león.
Y, aunque bales como oveja
y te creas gran pastor,
en tu muro y en tu lumbrera, falta Dios y la razón.

 

Samuel  Dixon