Con fe desvanecida
por mísera ambición;
miro se rompen del ser humano
nobles principios que ofrecen vida
siempre bordada de compasión.
Mirando ya perdida
del hombre vocación;
para que el temple del espartano
nazca en el alma de luz prendida
como la antorcha de redención..
MI lira siempre henchida
de mística pasión;
pide aparezca la noble mano
llena de empuje, que enaltecida
sea la llave de gran unión.
Autor: Aníbal Rodríguez