Se embriagó la tarde
de una noche fría
y anunció un silencio
de clara agonía.
Fue escudo de bronce
cuando el sol ponía
embrujando el cielo
con su letanía.
Gris el colosal
no se parecía
formando un relieve
con su fantasía.
Esplendor celeste
lejos se perdía
meditando solo
despidiendo el día.
Se marchó la tarde
cuando el sol ponía
perdida entre nubes
que mucho decían.
Desnudose el tiempo
su melancolía...
Me dictaba y yo
tan solo escribía.
Me embriagó la tarde
cuando se perdía
y besé su frente
aunque no quería.
Yo, que soy bohemia
la hice poesía
y al leer mis versos
supe, qué quería.
Poetisa antillana Emitza Santana 🇨🇺