Entre las sombras de la noche herida,
donde el alba aún teme nacer,
flotan las dudas, frágiles, perdidas,
como un susurro a punto de arder.
El horizonte tiembla en su intento,
pinta de oro un cielo apagado,
pero el sol titubea en el viento,
como un latido lento y callado.
¿Será la aurora un nuevo destino,
o solo un eco de lo que fue?
¿Será un sendero claro y divino,
o un laberinto de ayer y de ayer?
Amanecer incierto, luz titilante,
dime si traes consuelo o tormenta,
si en tu reflejo brilla un instante
o solo el tiempo que todo lo inventa.
Y si al final despiertas dormida,
si entre tus sombras no hay claridad,
déjame ser la chispa encendida
que en tu penumbra crea verdad.