Placentero paisaje…
se transforma el lugar con un animado color,
aunque inusual en enero…que está a punto de terminar.
Se siente todavía el frio invierno asechar…
a pesar de la generosidad de un sol canicular.
Amanece usualmente enredada en su dilema...
pero con energía suficiente…
dispuesta a desafiar la incertidumbre,
sin tener certeza de lo que vendrá.
Se maquilla el semblante,
y sus labios de rojo pasión…
son todo provocación,
se perfuma de confianza…
y domina con su exquisito aroma de mujer,
se viste de combativa,
se contempla en el espejo y se motiva,
y entonces florece mágicamente...
y sale a desafiarle al mundo…le dice presente…
convencida de vencer.
Ella es así ahora,
decidida y valerosa,
emprendedora,
con mucha claridad,
y deja en el desván los triviales momentos…
con los que un día tuvo que lidiar.
Ella es linda…
se ha puesto hermosa,
y ha abandonado su letargo…
con la seguridad de triunfar.
Sus marrones ojos …y su cándida piel …
en divino contraste,
conquista con su agraciada apariencia,
deleita con su dulce mirar.
Viene de una añoranza expuesta…
que le privo de la felicidad,
pero ha encontrado el justo pretexto…
que le ha devuelto la paz,
unos ojos como los suyos…
encallados en la nostalgia…
mirando en el sentido correcto,
de noble sentimiento,
segura de su autenticidad.
La melancolía se evapora…
y le acontece la fortaleza,
con un deseo de renacer,
con el solo propósito de crecer.
Pasada ya la tormenta…escampa nuevamente,
brilla la esperanza de encontrar el amor de verdad…
que le conceda la alegría de existir.
Ella es un ser de luz…
que tiene la tenacidad como virtud,
la sabiduría en la oración…
y el poder de la sanación,
como un ángel terrenal.