eleg

Yo te lo pido, soledad

Tú conoces todos mis secretos, mis temores
y sueños marchitos, los amores que se han ido
y que divagan en mis sueños.

Conoces mis mejores versos,
protagonista siempre has sido de esos silencios
que hacen ruido en mil noches de desvelo.

Tú conoces mis demonios y todo lo bueno que habita en mí.

Tú me brindas consciencia cuando mi vida olvido.

Me conoces mejor que nadie y por eso estas letras son para ti.

Déjame llorar, no te me acerques cuando trato de olvidar que tú siempre conmigo estarás.

Si voy por la vida fingiendo no verte,
te apareces y me susurras al oído que sin ti dejo de existir.

Déjame distraerme, soledad,
para no recordarte en compañía de aquellos cuerpos que no saben a ti.

Cuando busco sin suerte olvidarte entre suspiros y gemidos,
el vacío de tu presencia me acongoja profundamente.

Déjame buscar en ti la lección no aprendida,
los sentimientos no expresados,
el recuerdo más triste, la emoción más dulce.

En tus entrañas me haré camino
para buscar el amor que no encuentro en el mundo.

Déjame callarte mientras me sientes,
cuando empieza el rumor en tu ser
y se agitan en mis adentros tus murmullos.

Yo te lo pido, déjame escucharte
cuando todo a mi alrededor se torna angustia
y en ti por fin encontrar refugio.

Déjame abrazarte, soledad,
porque tú eres mi única pertenencia,
y en ti se calma el desvanecer de mi efímera existencia.

Yo te lo pido, soledad: quédate conmigo una noche más.