Confesos
En el silencio de la noche clara,
brilla su cuerpo como un astro,
en el cielo va dejando su rastro
como si la luna llena incitara
que su voz en el viento desatara
un dulce susurro orgásmico,
sin duda, verla es fantástico
porque sus luceros confinan
los secretos que se iluminan
en el infinito mar galáctico.
Su silueta a mi alma enamora,
este poema, sencillo y sincero
lleva de mí, el eterno venero
a la brisa que su pasión atesora,
de este amor es la locomotora
que hace florecer los versos
que su cuerpo alimenta con besos,
mi poesía a su fragancia levanta
avivando mi esencia cada mañana,
y de desearnos somos confesos.