Soy el as secreto en tu mano escondido,
la estrella que brilla cuando has sucumbido.
Soy el ángel que vela en tus noches calladas,
el pájaro que canta cuando el alma es pesada.
Soy la caricia que borra tristezas,
la risa que endulza tus horas inciertas.
Soy lo que miras y no reconoces,
el eco lejano de antiguas voces.
Soy el susurro que besa tu oído,
la brisa que danza en tu pecho herido.
Soy ese instante que nunca se borra,
la huella en la arena que el mar no devora.
Soy el rocío en la flor de tu encanto,
la voz que te eleva, el canto y el llanto.
Soy quien te observa sin ser descubierto,
la sombra que sigue tu paso en el viento.