Mi rosa,no sé si eres flor o herida,
Medrabas en tu jardín soñado día a día.
Crece tu belleza,
Crece tu ausencia.
Tu destello jovial hacía que mi existencia tuviera sentido,
Pero clavaste tus intenciones en mi pecho,matándome con cada alarido.
Pero a veces las espinas de tu rosa clavan incesantes en mi corazón,
Me arrojan al desesperante desamor.
Tus pétalos brillantes son impunes,
Como un espíritu inmune.
Tu amor es pasión y veneno,
Veneno que produce dolor propio y ajeno.
Tus pétalos se convierten en la soga que aprieta el cuello,
Tus palabras en veneno aéreo.
Tus ramas en cuchillas rozan mis venas,
Tus labios los causantes de mis penas.
Fuiste esa luz que guiaba en mi camino,
Pero recurriste a la maldad como exilio.
Y es que tus lágrimas sin significado,
Representan mi desgarrador dolor apasionado.
Y es que me dejaste muerta en vida,
Me dejaste con el corazón lleno de astillas.
Llorarás cuando decida caer,
Pero ya no habrá manera de volver.
Eres una sonatina insonora,
Eres una composición aterradora.
Tus labios dorados cubren de espinas mi cuello,
La vergüenza recorre tu cuerpo.
Cuando tu mirada clavas en mi ser,
Me pierdo en un infructuoso pesar a la vez.
Busco la palabra de tu existencia que me salve de la desgracia,
Siento que mi corazón rima en estacas.
Tus ojos son rosas,tu boca es ambrosía
¿Que soy yo? Soy hija de la melancolía y de la ruina
Y a la vez que tu cantas,
Yo lloro por mi desgracia.
Con mis azucarados recuerdos,te escribo este poema
Mi rosa de color fresa,la más bonita y amarga de todas ellas.