Me gusta mirarte
lo mismo que miro
del cielo su brillo
que sabe inspirarme.
Admiro tu imagen
de origen divino,
que tiene del lirio
la magia que atrae.
Me encanta del sauce
su porte magnífico;
que todas las aves
alaban con trinos:
¡Igual que me nacen
por ti mis suspiros!
Autor: Aníbal Rodríguez