Todos tenemos grandes virtudes
y también muchos defectos
y nadie puede presumir
de que sea un ser perfecto.
Existe una importante virtud
que nos hará tomar conciencia,
ante lo bueno y lo malo
para actuar con prudencia.
La prudencia nos enseña
a actuar de forma cautelosa,
para evitar equivocarnos
y pasar por una situación penosa.
La prudencia es una muestra
de educación e inteligencia
y con los que no la poseen
debemos tener mucha paciencia.
Ser prudentes cuando actuamos
es de una invalorable ayuda
y cuando no estamos seguros
nos asaltará la duda.
Una persona prudente
nunca se mete en problemas,
porque sabes cómo actuar
y cuando puede entrar en escena.
La prudencia debe ser practicada
de forma más seguida y eficiente
para evitarnos malos ratos
y pasar por pesados e imprudentes.
Alejandro Díaz Quero
Villa de Cura,10/01/2025.