Raul Gonzaga

Chispa perenne y ardiente

Añoranzas que venero,
que me invaden lentamente,
melancolía presente:
reverberante te quiero;

con gran paciencia te espero
eres un Edén en mi mente,
chispa perenne y ardiente,
contigo fui siempre sincero;

eres el fruto prohibido,
que me llevó al Paraíso,
de luminosa verdad;

un recuerdo sin olvido,
sin curación, un hechizo:
inmensa felicidad...