Un domingo de invierno
Cuando la gente se vuelve un espejismo
Y nos paseamos bajo la brisa
Pasamos las calles y los charcos
El sonido festivo desde la cantina del barrio
Así es como tú me hablas de amor
Descalza y con el cabello suelto
Con un beso entre las vueltas del reloj
Te miro leyendo libros
Con las nubes de fuego
Adornando la ventana
A media tarde la bruma
El café onírico
Los cuerpos desnudos
El sexo subjuntivo
Me llevas en tu barco
A los paisajes dalinianos
Que también existen en tu cuerpo
Y así es como tú me hablas de amor
Con la sencillez de lo cotidiano
Me regalas la vida que otros soñaron Contigo
Pero que solamente tengo yo.