Gloria Villanueva

FEBRERO

Rocío traslúcido y sol lánguido,
enderezan el día anhelando tulipanes.
Entrando de prisa con huellas difusas,
cubre su mirada como imanes.

Cuando el horizonte brilla,
las mañanas lucen febrero.
Sin sigilo llegó, sin rescoldos su orilla,
no marchita ni cubre acero.

Soñando la brisa primaveral,
se deja llevar en el sur.
Abierto a la plenitud,
resuelto y con pulcritud.

Anclado, moldea el viento,
fino y delicado.
Ocaso mortecino, cielo estrellado,
emana misterio, cierto y claro.

(Gloria Villanueva)