El lirio agacha la cabeza con el semblante avergonzado.
Una gota de pudor sería recompensada.
Llama la atención su figura esbelta,
las noches de desvelo.
Te veo entrar, el andar tambaleando.
Pero ahí algo más, que quizá nadie haya notado nunca.
Una luz, escondida,
aquella luz que ciega.
Ilusa,
esto es lo desconocido del mundo.
Sostenla ante mí.
Sostenla en la oscuridad.